Esta reflexión la escribí en 2018, pensaba retocar cosas, pero he decidido publicarlo así, a ver si me animo y escribo más.....espero que os guste
El tiempo pasa irremediablemente rápido, los pequeños detalles cotidianos se convierten en el centro de todos tus pensamientos, dejando a un lado algunas inquietudes intelectuales...la razón es el embarazo y posterior nacimiento de nuestra hija Sefarad, lo mejor que nos ha pasado en la vida pero también la tarea más difícil a la que nos vamos a enfrentar...
Ya ha hecho un año desde que me quedé embarazada y, si bien es cierto, que tenía pensado escribir sobre esa etapa tan importante para una mujer y para la pareja, a veces el tiempo no me daba, otras veces el cansancio y otras tantas la falta de claridad para escribir...Son tantos los cambios que van ocurriendo en tu cuerpo, en tu pensamiento, en tus prioridades, cambios demasiado rápidos e intensos para el poco tiempo que te conceden para este giro, y por mucho que leas, que intentes prepararte, cuando llega todo es diferente.
Es curioso, pero recuerdo que mi madre me decía que te dabas cuenta de que estabas embarazada, si o si, ella porque vomito mucho en los dos embarazos y yo porque noté que algo no iba igual...Siendo tan regular, un retraso o podía significar anemia o que estaba embarazada...así que, como siempre he sido y seré una persona curiosa cuanto menos, mientras mi chico fue a dar una vuelta, y como yo no estaba tranquila, me puse a buscar alternativas caseras para saber si había embarazo o no...La verdad es que ignoro si son demasiado científicas o no, pero ahí me lancé....
De todas las alternativas, elegí la más sencilla, que tampoco soy yo alquimista para haber hecho las otras...os cuento, la cosa iba así, había que recoger la orina en un vaso, esperar a que se enfriará la orina y echar una gota de aceite en cada lado y si se juntaban en el centro, había embarazo...Así que pensé, "bueno, esto no parece muy complejo, lo intento y a ver qué pasa...total no pierdo nada, un poco de pis y ya está"...y ya me veis en aquella situación, echando la gotita de aceite en la orina, y os juro que fue instantáneo, se juntaron en el centro formando una supergota....pero no me quedó muy claro y volví a echar otras dos, y tomaaaaa, mismo resultado. Obviamente, llame a mi chico, le conté mi curioso experimento y me fui a por un test de embarazo, y esperé a que volviera para hacerlo juntos...y allí estábamos los dos, tipo película, con el test en el baño, esperando, leyendo varias veces las instrucciones, porque en esos momentos te atascas un poco y piensas "dos rayas es embarazo o es que no??"....y después de la espera, EMBARAZOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, y alegría, una sorpresa increíble y en un día muy importante para nosotros, y el test de embarazo era rosa, sería una señal...y el día que hacíamos cuatro años...
Siempre tuve claro que quería ser madre, porque me encantan los niños, porque creo que es el culmen del amor entre dos personas, su creación supone un vínculo eterno entre las dos personas tanto para lo bueno como para lo malo, algo que no va a desaparecer pase lo que pase...Parecía que el tiempo corría inexorablemente en mi contra, y es evidente que mucha gente ya me daba por perdida, así como mucha gente que considera que tener un hijo más allá de los 40 es un acto de egoísmo porque vas a ser muy mayor para cuidar de ellos...Soy una persona respetuosa con lo que cada uno piense o quiera hacer con su vida, pero no creo que sea egoísta querer ser madre, querer cuidar de un ser pequeñito que depende de ti para todo en sus primeros años, es un acto de amor, siendo conscientes de que el tiempo no pasa en balde, pero esto no es una ciencia exacta y no siempre se puede dar cuando la edad sea la perfecta...
La verdad es que el embarazo no ha transcurrido con demasiadas complicaciones, salvo un susto que tuvimos que podría haber cambiado aún más nuestra vida, ardores, me molestaba hasta beber agua, y la ciática que me atacó desde muy pronto y con bastantes dolores, pero como aguanto lo he ido medio llevando, pero no he tenido nauseas (que son horribles y a muchas mujeres les duran hasta casi el parto y que se pasa fatal)...el embarazo ha supuesto una especie de paréntesis en parte de mis dolores al albergar una vida dentro de mi...Solo escribir esto me pone los pelos de punta, me parece absolutamente increíble que vaya creciendo una vida dentro de tu cuerpo, como pasa con los animales, me alucina el proceso, cómo va cambiando el cuerpo, cómo vas notando más o menos la presencia de esa vida....La mayor parte de los descubrimientos son increíbles, pero esto me parece absolutamente impresionante...
Hay muchas cosas curiosas del embarazo o el proceso, los consejos útiles e inútiles de la gente, un famoso libro que terminó con mi paciencia y que no me sirve ni para calzar una mesa, y que dejé después de la enésima vez de sus comentarios sobre lo horrible que es tener barriga, que hay que lucir escote para que la gente te mire el pecho y no la tripa...¡vamos a ver!, pero qué serie de comentarios son esos, seamos serios, yo llevo toda la vida intentando eludir que miren esa parte de mi cuerpo, y ¿la tripa?, señoras está creciendo una personita dentro de nosotras y necesita un hueco, o creemos que vamos a tener un barriguitas?, ¿qué vamos a salir como las de las películas?...Me parece que la sugerencia de mi doctora sobre el libro era puro sarcasmo...
Con respecto a esto los consejos de que pasarán las nauseas, o en mi caso, aunque bien es cierto que he estado guapa en el embarazo, las frases de "uy, pero qué guapa estás" ( no sabiendo en algunos casos si es sincero o es una forma de decir, que para lo fistrilla que has sido siempre, que estás guapa en el embarazo), o esa frase de "uy, pues aún no se te ha desfigurado la cara, te falta para dar a luz", "aún estás guapa, porque mi mujer se pusó horrible, y no hablemos del carácter"...El carácter es otro de los clásicos, que si nos volvemos más hurañas, esquivas, arpías, tocapelotas, que aprovechemos los antojos para que me mimara mi chico o para que estuviera más pendiente (pero si siempre lo ha estado y lo está....)...mi principal antojo fueron las patatas fritas de "El Castilla", un clásico frutos secos de aquí...y alguna cosa dulce, pepinillos, pero no esas cosas que salen en las películas.
Otra cosa sorprendente es que se me quedó el cerebro completamente frito, aún hoy sigo estando más despistada que espabilada... si bien es cierto que no afecta a todas...Empecé a notar que algo no estaba igual cuando intentaba leer o estudiar un tema de las oposiciones y no me acordaba de nada, mi mente solo pensaba en cosas de bebé, en su carita, en si todo estaría bien, en bodys, carritos, cunas y un largo etcétera...y es que parece ser que nuestro cerebro, igual que nuestro cuerpo, se dedica en exclusiva al bebé, nada fuera de eso tiene demasiado interés..es más, desarrollamos aún más la empatía para transmitirla a nuestro futuro hij@, siendo una de las razones por las que la sensibilidad está a flor de piel...¿No me digáis que no es absolutamente delicioso esto que nos pasa?, pensar que lo que nosotras sentimos se transmiten a ellos, lo bueno y lo malo, y sí, resulta extraño no poder hacer demasiadas actividades intelectuales, si estás acostumbrada a ello, pero el regalo final justifica todo esto o eso creo yo...
Y los miedos, durante el embarazo, si todo estará bien, si no notas al bebé piensas que algo no va bien, que deberías haber comprado una máquina que escucha el latido, y luego descubres que tu futura niña es una cachonda y no se escuchaba su corazón con el doppler. Cada ecografía es una montaña rusa de sentimientos, en los que disfrutas de las imágenes que te van enseñando pero también estás pensando si te van a decir que todo está bien o que algo va mal...Y los médicos empiezan a hablarte de términos que escapan un poco a tu conocimiento, las medidas que toman para ver que todo es correcto, los análisis, los sustos., y buscas información en internet, y te lías, te confundes, piensas de todo...Sientes ese hormigueo en el estómago cada vez que acudes al médico, te dan resultados y te hacen ecografías... y aunque no ves mucho, ahí el padre tiene mejores vistas que nosotras, solo ver su cara, cómo sus ojos se humedecían al ver a nuestra niña, es una pasada...Y otra cosa, al principio porque te dicen que dónde está pero no creas que es fácil ver dónde está o qué es, más bien parece como un gusanito pequeñito, pero la primera vez que ves o intuyes su carita es una pasada...
Y los meses van pasando, acudes a la preparación al parto, donde esperas que te enseñen a respirar, como si fueras a recordarlo en ese momento, pero no fueron muchas las explicaciones, fueron más bien unos vídeos un poquito deteriorados los que estuvimos viendo...pero bueno, al final todo lo relacionado con el bebé te parece tan curioso que no te importa...pero echamos en falta que fuera algo más práctico..Y te comparas con otras embarazadas y notas que no has engordado mucho, que no tienes tanta tripa y no sabes si es bueno o malo...siempre lo mismo, dudas y dudas...
Y luego vienen las visitas al hospital para ir a monitores, en las últimas semanas,y de nuevo el miedo y los nervios, Sefarad decidía en las ecografías y en los monitores, que era mejor dormirse y no la encontraban muchas veces...pero las cosas iban bien, era más grande de lo normal, y que no me preocupara por no tener contracciones...Y van pasando las últimas semanas y todo sigue igual, hasta que te programan el parto, y quizás esa haya sido la parte más dura de mi embarazo....Ya con mucha tripa, más torpona, y te ingresan en la semana 41+3 días y te dicen que tienes que tener paciencia, se colocan una hormona durante 24 horas y no hay ni un cambio....
Pasamos el día entero en el hospital, y a la mañana siguiente oxitocina en vena, y nunca mejor dicho, y pocos cambios...más bien ninguno y pasan las horas, sin comer, sin beber demasiado y con contracciones más o menos llevaderas ahí a pelo, ni epidural ni leches....y pasan las horas, lentas, duras y te desesperas....al final, cesárea...algo que no queríamos...y cómo estaría la niña pensábamos todo el rato....
A mí me drogaron y fue rápido, aunque creo que fue algo complicado sacar a la niña, la vi un instante, sin respirar, ensangrentada, pero grande....las enfermeras dijeron "qué grande es, y vaya cabeza más grande que tiene, cómo para haber salido por ahí"...pobre mi niñaaaaa....y ya no volvería a verla hasta el día siguiente....y ahí el padre entró en acción, vio cómo la reanimaban, cómo la sacaban flemas, la limpiaban y conocía a su tío Ximo, que la cuidó en sus primeros momentos..., Antonio hizo el piel con piel, y me imagino además de por las fotos, por cómo es él, el torrente de emociones, de sensaciones maravillosas, de tener tan cerca a una nueva vida creada por los dos....Y yo en Reanimación, más para allá que para acá, con dolores, temblores, pensando que no la iba a contar porque no me encontraba bien.