Llevo un tiempo sin escribir, quizás las obligaciones de las oposiciones, los trabajos del Máster o simplemente no tener mucho que aportar a la humanidad, si es que aporto algo con mis escritos...
Hoy voy a escribir sobre cómo ser celiaco en el extranjero y no morir en el intento...Si, no voy a hablaros sobre el viaje, eso lo haré en la siguiente entrada...voy a expresar mis sentimientos frente a algo que es muy evidente pero que a la mayor parte de la gente se le escapa, se le olvida o creen que somos unos paranoicos y , que por un poco no pasa nada...
Siguiendo los consejos de algunos grupos de celiacos, me fui pertrechada de jamón envasado, frutos secos, chuches y colines, por si las moscas, así que nuestro coche parecía una extraña mezcla de maletas, cascos y comida sin gluten en dos bolsas neveras, en plan Paco Martínez Soria o Alfredo Landa en sus viajes a la capital o a Alemania....y menos mal que lo llevaba porque en algunos lugares habría podido morir de inanición fácilmente...
Nuestra primera parada fue en San Sebastián, qué pintxos, qué pinta tenía todo y gracias a lo aportado en algunos grupos y a una amiga de pueblo,su marido es celiaco, acabamos en Gandarias....y comí feliz de la vida, brochetas de gambas, solomillo, pimientos y un bocata de tortilla de patatas que quitaba el sentido...sí, estaba feliz, sintiéndome casi normal en un bar de tapas, sin tener que explicar hasta el aburrimiento el tema de la contaminación, etc....tan contentos quedamos que nos llevamos dos bocatas al día siguiente para comer camino de Poitiers....
En Poitiers empezó lo complicado, la primera noche dimos buena cuenta de nuestro jamón, en plan Alfredo Landa en "Vente a Alemania Pepe", y como había un restaurante en pleno centro de Poitiers, fui tan inocente de no llevarme nada por si las moscas...y fuimos al susodicho restaurante, le mostramos un papel a la camarera, sale la cocinera y nos explica, eso sí, muy amablemente, "que no podía garantizarnos la no contaminación porque cocinaba en los mismos espacios, compartía cacharros, utensilios y demás..", así que nos levantamos y buscamos un Bistrot, de estos que dicen que te dan de comer en Francia un filete a la plancha y ensalada ...y ¡sorpresa!, nos dijeron que ya no podían darnos de comer porque eran las 13:30 pasadas....y allí nos quedamos con cara de tontos...estos horarios de gallinas de los europeos para comer, acaban con la paciencia de cualquier español de bien....
Fue aquí cuando empezó nuestra pequeña travesía por el desierto...recordé que había un Carrefour Market cercano y allí nos fuimos....Lo único que pude encontrar fue un jamón york bajo en sal (que sabía a perros) y que tenía un precio desorbitado de casi 4€, un pan sin gluten por unos 6 € de nada, fuet español por unos 4 € y aceitunas españolas y un cuchillo, lo que nos gusta comprar cuchillos en nuestros viajes, será para el ajuar...y tuve la mala idea de comprarme unas galletas de esas con mermelada de albaricoque que estaban tiesas como la mojama, se quedaban pegadas en el paladar y eran 6 galletas al módico precio de casi 4€, y lo hice por dar una oportunidad a la repostería francesa y menuda castaña...Después de comprar, lo reconozco, lloré de desesperación, de impotencia, pensando que mi chico tampoco podía disfrutar de una comida normal, sentado en una mesa, que teníamos que comer en un banco mientras la gente nos miraba..por qué no podemos comer en cualquier sitio, por qué no se normaliza nuestra situación...
Y sí, soy celiaca, hablo mucho del tema, pero una se cansa un poco de ver como muchos restaurantes se preocupan por hacer comidas veganas o para vegetarianos e ignoran a los intolerantes y a los alérgicos...¡señores, que no es una opción ser intolerante o alérgico, es una enfermedad!....así que después de esto decidí invertir el menor dinero posible en comida en Francia..y ya no comento cómo ha aumentado antipatía hacia este país....Lástima que tengan ciudades tan bonitas y que ellos sean tan estúpidos...
Por fin, abandonamos territorio hostil y entramos en Alemania....bonito país, gente encantadora y un Lidl con mucha comida para celiacos, probamos unas salchichas sin gluten y sin lactosa que tienen como queso por dentro y van envueltas en bacon, una pasada y una tranquilidad, eso sí me toco cocinarñas en nuestro bonito apartamento de Kelberg....En Alemania etiquetan los productos como en España, en Francia debe ser que no es obligatorio y no etiquetan ni un fiambre sin gluten o uno o dos a precio de oro, o eso o que la gente es muy lista...o también que, como reciben ayuda, deben ir a sitios especiales a por su comida...
Fuimos a Colonia y yo me había llevado comida pero estaba en el coche, un poco lejos de la catedral, y me dije, comeré patatas en McDonalds, menos es nada...y como teníamos que coger el metro y mi chico tenía que comer...buscamos un puesto de salchichas y ¡sorpresa!, tenía un listado de alérgenos a la vista y lo único que tenía gluten era el pan....además, uno de los que atendía hablaba español y el dueño, alemán de pura cepa, se preocupo de mirar todos los botes para asegurarse ...y pude comer una SALCHICHA, que estaba buenísima y más feliz que una lombriz, de poder hacer algo normal...ya veís, no pido un comida lujosa, solo hacer lo mismo que los demás y que no me siente mal, no creo que sea un pecado...
Y continuamos con la suerte en una curva del circuito de Nürburgring, donde había un puesto donde solo hacían patatas y salchichas, no entendieron muy bien a mi chico, pero había un señor que sí sabía del tema, se lo explico y ninguna de las dos cosas tenía gluten...así otra comida normal sin tener que acudir al kit de supervivencia que iba en el coche...claro está...
Es cierto que en los dos países andan un poco perdidos con el tema del gluten y la contaminación...pero los etiquetados en Alemania son más claros o por lo menos existen, mientras que en Francia, creen que vas a adivinar si puedes comer o no lo que hay en la tienda...¿tan complicado es que nos den una alternativa, qué etiqueten las cosas y faciliten la vida?...Eso sí, en Francia todo ponía que no tenía aceite de palma ni de coco (presente en muchos de nuestros alimentos elaborados, los de con gluten y sin gluten, algo que deberían plantearse otros países)
Lo único positivo de Francia, fue poder tomarme un granizado en Carcassone, e hincharme a comer patatas del McDonalds sin nada más..cualquiera les pedía una hamburguesa....el único punto negativo en Alemania fue Stuttgart, en dos sitios, dos negativas....
Ya de vuelta en España, comimos en un restaurante un tanto fashion en Lérida, para nuestro gusto, donde un comensal nos puso El Cara al sol y fue un poco desagradable..la comida estaba buena, pero muy cara para bolsillos normales...la cena en Salou, en una superpizzeria fue excepcional, más de 30 pizzas para elegir, eso me hace feliz..y sobre todo ver que mi chico, por fin, podía bajar la guardia y estar tranquilo en un sitio donde no había problemas....
Lo dicho, viva la restauración española, aunque queda mucho camino, van más adelantados que en otros países en asuntos de alergías, y viva Alemania por hacer el esfuerzo y por sus maravillosas salchichas y un negativo muy gordo a Francia por su poca empatía, por decirlo así suavemente....Eso sí, sé que algunos grupos de celiacos, se echarán las manos a la cabeza por comer en sitios donde no haya una pegatina que certifique la validez de la comida, pero chicos si no te sienta mal es porque no tiene gluten, y a veces hay que intentarlo....sé que puede que no esté bien pero algo tenia que comer en aquellos lares. Aunque aquí en España soy adicta a las patatas rellenas de La Casita de las Patatas en Málaga y de Empapate en Leganés, y, de momento no me han sentado mal, solo explicas que te las preparen aparte, que la abran con un cuchillo limpio y ya....
La conclusión es que queda mucho camino por recorrer, que seguimos siendo una extraña minoría, y que siempre es más fácil, adaptar una comida para un vegano o vegetariano que para nosotros...y a ver, no me quiero yo meter con nadie, pero el vegano elige esa opción y no sufre ningún malestar si consume algo fuera de su dieta...nosotros sí, y eso es lo que mucha gente todavía no entiende...
Aún así, he sobrevivido al viaje, pero para la próxima me llevo más comida y no compro nada en territorio hugonote, ya que para ir a cualquier sitio de Europa en coche, hay que pasar por su territorio....
La próxima entrada, más o mejor, ya sin alimentación de por medio....
El primer viaje que hice ya en el primer restaurante dónde llegamos estaba cerrado, es fustrante ver que todos pueden y nosotros no.
ResponderEliminarVamos avanzando pero va la cosa muuuuy lenta.
Tienes mucha razón en las cosas que dices, al próximo todo mejor seguro :)