lunes, 4 de febrero de 2013

4 de febrero...Día mundial de la lucha contra el cáncer...

Me vuelvo a asomar a esta página en blanco para hablar sobre un tema que duele, que duele en lo más profundo del alma, en ese alma que se ha endurecido, que se ha prometido a ella misma no llorar, no desesperar, no caer en un abismo del que, quizás, no pueda volver....

Como muchos sabéis el cáncer está muy presente en mi vida, dos golpes en ocho años parecen suficientes para acabar con la fuerza y la energía de una persona...Pero ya estaba en mi alma desde hacía mucho antes, de esto hablo todavía menos, cuando era pequeña y estaba ingresada en el Hospital día si y día también, allí compartía mis juegos con niños enfermos de cáncer...Es curioso pero hay noches que tengo extraños sueños, me llegan como fogonazos de sus caras, de sus miradas, de sus ganas de vivir, de sus sonrisas, de sus llantos, un olor me trae a la memoria esos instantes vividos...esos instantes que se les escaparon a muchos de ellos, que no han podido salir adelante pero que serán recordados siempre, siempre y siempre por sus familias y por la gente que les rodea...

El cáncer se acercó a mi vida de forma brutal, el 11M rompió mi corazón, no dejaba de llorar por la muerte de casi 200 personas de forma injusta e injustificada, a partir de ahí, mi mundo familiar se fue poco a poco a pique...Recuerdo que nos fuimos en Semana Santa al pueblo (ese pueblo amado del que pensaba escribir hoy, pero creo que es mejor que lo haga sobre este tema), mi padre se puso malo (qué miedo, mi padre nunca había estado enfermo, siempre sano, sólo se quejaba en los últimos meses de dolor de estómago), le dijeron en Salamanca que era vértigo y volvió al pueblo...pocos días después de volver de estos días de fiesta, mi padre volvió de Valencia, de uno de sus viajes, venía completamente amarillo, se había caído en la ducha y se había golpeado el hígado...Nos costó muchísimo llevarle al hospital, ingresó un 26 de abril, otro 26, maldito día ese para mí...

Y a partir de ahí empezó el calvario, cáncer de páncreas en estado muy avanzado..y toda una serie de complicaciones, le operaron pero ya no volvió a ser el mismo, al menos el mismo padre que siempre había sido fuerte...el pobre cuando empezó con la quimioterapia, se volvió tan indefenso, tan pequeñito, tan delgado, tan frágil, tan necesitado de todo..Nos enfadábamos con él porque seguía fumando, porque comía lo que le apetecía, para ponerse malísimo poco después...El deterioro de mi padre, al que siempre he querido y querré tanto, clava pequeños alfileres en el alma, es como si el corazón te fuera a estallar de dolor, como si sintieras que no eres capaz de sufrir más, que no eres capaz de aguantar más...Cuán equivocados estamos!!!!, somos capaces de soportar tanto y tanto sufrimiento que a veces resulta sorprendente....

Mi padre se fue apagando, fueron ocho meses de lágrimas en soledad, de llorar muchísimo en la cama sola, de callar mi dolor, de esconder mis sentimientos, de ver como mi padre, con el que compartía tantas y tantas cosas, me iba a abandonar y ya nunca más podría hablar con él sobre fútbol, ni escuchar Onda Madrid, ni enfadarnos mutuamente por los Derbis entre el Atlético y el Madrid...Pobre hombre!!!, con este carácter mío hasta se fue reconvirtiendo, salvo cuando jugábamos entre nosotros, siempre ibámos el uno con el equipo del otro....

Resulta sorprendente que ellos mismos sean conscientes de que van a morir, de que no van a salir de lo que tienen, de que se les está yendo la vida por momentos, sin que puedan hacer nada más que soportarlo...Pero mi padre nunca hablaba de la muerte, tenía esperanzas, hasta el día que le sedaron confiaba ciegamente en que iba a salir...Recuerdo cuando estuvo por última vez en el pueblo, en el entierro de mi abuela (que nos dejo el mismo año que él), tan delgadito...aún hoy hay veces que cuando giro en la esquina de mi casa del pueblo, siento que le voy a ver leyendo en la puerta, con su tabaco, su libro, sus gafas y su hamaca...

Soñé el día que iba a morir, otro 26, esta vez de diciembre, y así fue...Yo siempre he sido un tanto miedosa con la muerte, no me gusta visitar los cementerios, no me gusta pisar las lápidas, y menos las que me encuentro en una catedral antigua...siempre voy por los caminitos que quedan....haciendo equilibrios muchas veces, me preocupa el descanso de los que están ahí y es como una forma de respeto...Estar presente en las  últimas horas de mi padre, cuando ya estaba sedado y era cuestión de cuánto aguantará su corazón..me acerco por primera vez a la muerte, viéndolo como algo que tenía que pasar irremediablemente, sintiendo que era una afortunada por poder estar con él en sus últimos momentos....Cuando murió, se me rompió el alma, lloré desconsolada mientras llamaba a mi mejor amiga, pero no me he permitido mostrarme triste o desconsolada con los que me rodean (por mucho que me quieran). Reconozco que luego he llorado casi siempre sola, sin nadie delante..creo que sólo perdí la compostura o los nervios, cuando enterramos sus cenizas en el pueblo, con todos los amigos, me derrumbe, demasiado fuerte estaba intentando ser, yo que siempre he sido una llorona....pero la vida me ha cambiado, o más bien el dolor....

Su muerte coincidió con el tsumani del Índico, donde murió tanta y tanta gente..y yo sentí que mi corazón había sido barrido por otro tsumani parecido, el de la pérdida de un ser querido, de un ser tan cercano...con su carácter, con su mal humor a veces, pero con el que yo conectaba tan, tan bien....siempre conseguí casi todo lo que quería de él....recuerdo tantos viajes a la facultad, tantas veces que nos fue a buscar de fiesta a mis amigas del pueblo y a mi.....

Le recuerdo cada día, pero no con tristeza, aunque ahora esté llorando un poco, sino con alegría, con dulzura..sé que permanece dentro de mí...que siempre estará en mi corazón, que tengo parte de él, supongo que el mal carácter, y que seguiré luchando porque él querría que lo hiciera....

Y cuando estábamos levantando un poco cabeza, cuando mi madre y mi hermana estaban algo más animadas, cuando les costaba un poquito menos reír y sonreír..para eso yo siempre he tenido un carácter más risueño...Mi madre se llevo el disgusto de que yo fuera celíaca.. que no es lo mejor del mundo, solo hay que controlar mucho lo que comes y, a veces, también lo que bebes....Y para rematar otra vez el cáncer....

Mi madre tenía molestias, llevaba tiempo quejándose de un dolor, había perdido peso, pero como estaba gordita, no vieron que pudiera pasarle algo...también era muy sufrida, prefería no quejarse, y algunas cosas que le pasaban, como las diarreas, las veía normales por antiguas operaciones....Así que otro día marcado, el día de San José, nos dieron la mala noticia...otra jarra de agua fría, otro dolor lacerante en el alma, ganas de luchar pero con el convencimiento de que las cosas igual podían acabar igual...A medida que íbamos teniendo más noticias, más claro teníamos mi hermana y yo que no iba a durar mucho...las sesiones de quimioterapia la fueron apagando poco a poco, cada vez estaba más delgada, perdía más peso....y se iba yendo de poquito a poco.....Aguanto hasta el día después de su cumpleaños, siempre serena, sabiendo que se iba a morir, se tocaba la cara para ver cómo la tenía y se miraba las manos....se fue sin casi quejarse, como siempre, demostrándonos su amor hasta el último momento..supongo que le dolería profundamente dejarnos solas, como decía ella sin "estar recogidas" (curiosa frase que utilizan muchas madres, que significa tener una pareja, una estabilidad o una familia...)...la pobre se fue, nos dejo solas pero llenas de ella..

Cada día está presente en mis pensamientos, en todo lo que hago, si cocino algo estoy pensando en cómo lo haría ella y en lo que me diría, la echo de menos en las mañanas, en las tardes..echo de menos las conversaciones, la confianza..La verdad es que en los últimos años, sobre todo, desde lo de mi padre, nos comprendíamos mejor...Las dos teníamos un carácter parecido, eso sí, yo bastante más rebelde y protestona que ella, y siempre habíamos chocado, sobre todo cuando yo era adolescente....Pero poco a poco, cuando madure, cuando deje de contestar tanto, nuestra relación fue mejorando...Reconozco que me encantaba escuchar sus trastadas de pequeña por La Puebla, de como se subía a los árboles, cogía huevos de los nidos, rompía cantaros o cuidaba de todos los amigos que tenía por allí o de su hermano pequeño..cuando hablaba de sus recuerdos del pueblo, de lo feliz que fue en su pueblo, pero también allí perdió a su padre...

Ella me enseño, bueno a mi hermana también, a recordar con cariño a nuestros seres queridos, raro era el día que no mencionaba a su padre, al que adoraba y al que perdió cuando era muy pequeña, también nombraba siempre a mi madre..decía que yo le recordaba a ella en algunas cosas ( y si, puede ser cierto, no soporto las tijeras abiertas, cuando me tengo que mojar el pelo para peinarme, cojo agua en el lavabo y voy peinándome, como ella...)...Al final todos somos pequeños pedazos de nuestra familia, vamos heredando detalles y hasta manías de cada uno, yo soy zurda por la familia de mi madre, cabezota por las dos, con carácter por parte de las dos familias...y lo de loca, ya es patrimonio personal mío...

Duele la ausencia de los dos....cada día, cada instante, pero sé que me acompañan supongo que desde el cielo, noto sus miradas, su presencia y no me asusta...echo de menos las conversaciones...y ya mejor no hablo de lo que echaré de menos en el futuro, si soy madre, si me caso...etc.....pero la vida sigue, debe seguir irremediablemente y debe ser para bien....Intento sonreír por pequeños detalles, por cosas que me hacen feliz, sean lo que sean....reconozco que lo tengo más fácil con mis niños, que son tan, tan monos...

Mis conclusiones de estas dos ausencias tan importantes, es que no el cáncer digestivo es muy complicado, que la gente sale, pero muchos se quedan por el camino..Sé que la lucha sigue, y debe seguir, pero no deja de ser triste que se deje de invertir dinero por la crisis, que se vaya a Marte y no se pueda salvar la vida de más gente...Supongo que la enfermedad de mis padres servirá para curar a otros en el futuro...es un consuelo y un anhelo..Todos los que hayan vivido algo parecido, saben bien de lo que hablo, son momentos duros, que te hacen menos vulnerable, que hacen variar tus opciones de vida, que te hacen pensar si compensa estar amargado para lo que vamos a estar aquí...

Reconozco que no sé si quiero saber si tengo opciones de tener cáncer o no..de momento prefiero vivir en la ignorancia, no sé si me gustaría saberlo....sólo sé que la lucha debe seguir, que aunque se apaguen pequeñas luces, se abren nuevas esperanzas para otros...Hace no tantos años, el cáncer de mama era mortal en un alto número, ahora muchísimos salen adelante..Espero que esto se pueda realizar para el resto...

Siento de corazón que mis palabras suenen hoy más tristes...y que igual os emocionen a muchos de los que lo leaís, es lo que me ha salido a medida que mis dedos se han deslizan por las teclas....De cualquier forma, sigo guardando más de lo que transmito...soy directa pero no digo todo, todo lo que pienso y siento (a ratos pienso que igual estaría bien que le echará valor a algunas cosas pendientes que tengo...pero eso ya es harina de otro costal....)

Mil gracias por estar....

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